
Roberto Matta imaginaba a un ser que tenía el poder de volver las cosas transparentes y que permitiesen al resto
ver. Lo llamaba
el ver-tor (o virteur), el Gran Transparente. Es la imagen del artista como vidente que desde su mirada pura es capaz de revelar a los demás las estructuras subyacentes (a veces insoportables, crudas y avasalladoras), los grandes
totems de la sociedad ocultados tras las apariencias.
Cada época tiene su propia poética, una espiritualidad especial y precisa que le permite comprender y reapasionar al mundo. Según Wassily Kandisky esta espiritualidad tiene forma de un triángulo apoyado en su base. El triángulo avanza lentamente hacia arriba y hacia adelante, tirado por una élite espiritual (los artistas). Al cabo de algún tiempo, lo que era comprendido y valorado por una minoría, pasa a ser patrimonio de todo el resto de nosotros; nos apropiamos de los códigos, hacemos nuestra esa visión y expresión.
Creo que eso es lo que ha pasado con la transparencia, como concepto y como valor artístico. Ha sido absorbida (para bien, espero) en su totalidad por la sociedad. Como diría Kandinsky, ha llegado a la base del triángulo y hoy es moneda de cambio, casi un
commodity. La transparencia ha llegado a la vida diaria como valor que perseguir y construir, al estado como exigencia, a la política como un deber ético y a la
administración en general como una estrategia de sostenibilidad.
Ahora la transparencia es algo exijible a los organismos públicos (casi un commodity, como decía antes, expresado en el “sticker” de “gobierno transparente” en cada sitio del estado). Sin embargo, me preocupa qué es lo que se entiende por transparencia y hacia dónde apunta esta iniciativa. Como concepto, es potentísimo y eso nos indica que vivimos en tiempos extraordinarios, casi épicos. Por eso debemos construir —entre todos, ojalá— el sentido de la transparencia.
[…] de las personas3 ni disminuir las posibilidades del sistema sino más bien tomar optar por la transparencia radical como factor autoregulador de la […]
y la obra de la foto es de gordon matta-clarke que falta creditar.
cordialmente mG
[…] de transparencia que hemos perdido por el camino pero que intentamos recuperar diariamente como señala Herbert G. Spencer: Creo que eso es lo que ha pasado con la transparencia, como concepto y como valor artístico. Ha […]